15 octubre, 2007

Mariano I "El Abanderado"

Esto es una desfachatez, pero el original todavía lo es más.

Semana en Europa. La cesta de la compra

Posteo que realicé en el Cuaderno de Guillermo Fernández Vara en relación a su visita a Bruselas con respecto al Pleno del Comité de las Regiones. + aquí

Autor: Antonio Tejeda Encinas

Estimado compañero, con la mitad de tus interrogantes podríamos poner en pie varias tesis doctorales. Pero yo sólo voy a contestar a dos cosas que ahora me intrigan, dejando para otro momento las implicaciones que conllevan algunas de las preguntas que formulas: así, el cómo dinamita Francia o Alemania el pacto de estabilidad y son castigados con sólo un tironcillo de orejas, o los problemas de liderazgo entre la potencia política y económica de los dos grandes motores de la Unión Europea mencionados; la limitación a las aportaciones económicas en una Europa de tal calibre institucional y de miembros que está haciendo insostenible el sistema, etc.

Lo que sí es cierto es que Europa se encuentra en una encrucijada que la tiene obstruida. La negativa francesa y holandesa puso una vez más de manifiesto que una cosa son las decisiones de los políticos sobre qué necesita la ciudadanía y otra muy distinta es lo que realmente quieren los ciudadanos.

En este caso concreto de ratificación del Tratado de Constitución, si bien es encomiable el mismo desde diversas ópticas, y sobre todo para continuar con el “paso a paso” que ya dijera -y por lo que visto con tanto acierto- Monnet. El gran salto que se ha pretendido dar, aun bien necesario, no ha tenido la respuesta adecuada y eso es así porque el ciudadano de a pie, a cuyas espaldas se hace todo, (y más en Europa) cuándo se le pregunta hace uso de lo que se le niega. Así la democracia directa o participativa parece que comienza a vislumbrarse, y no sólo a nivel europeo, sino también a niveles regionales, como mecanismo de defensa ante una representación que no da los frutos esperados por los representados.

Sin ese Tratado Constitucional, que lleva incorporada la Carta de Derechos Fundamentales de la UE; o una mejora en los mecanismos de control del principio de subsidiariedad –que tan necesario es para el mejor desempeño del CdR y su cercanía con los ciudadanos de la Unión, o incluso la propia personalidad jurídica de la que de momento carece y que le daría la relevancia internacional que una Unión más federalizada está necesitando para desempeñar el papel político global que le es reclamable como sujeto de derecho internacional que pretendemos que sea.

Todo ello hace peligrar una Europa a 27 más tres candidatos oficiales y casi otra veintena de posibles ampliaciones en un futuro, por cierto, ¿dónde termina Europa?, en la que además hay países de primera, segunda y hasta tercera categoría.

Ahondando más, si cabe, en esa necesitada incorporación de la Carta de los Derechos Fundamentales a la Constitución Europea supondría un gran avance en el respeto de los Derechos Humanos, incluidos los derechos de nacionales de países terceros que residan en territorio europeo.

Al margen de polémicas con respecto a las bondades o no del Tratado de Constitución, éste puede ser la llave que abra las puertas del “telón de acero” que Europa ha tejido para la inmigración.

Así el CdR debe afrontar los dictámenes sobre la inmigración bajo un prisma más abierto y a través de conferencias de todos los actores locales y regionales implicados, ya que en definitiva es en dichos espacios dónde se sitúa la convivencia diaria de los inmigrantes.

No es posible considerar que ese blindaje de “inmigración cero” sea posible en la UE y ello hace viable que la inmigración comience a ser un objetivo estratégico en todas las políticas regionales.

En definitiva, a través de Comité de las Regiones podemos hacer valer la representación de los intereses locales de una forma más cercana. Debemos sentir el pulso político europeo de la forma más descentralizada posible y para ello el CdR debe convertirse en una verdadera Institución dentro de la Unión Europea y no ser solamente un Órgano Consultivo y complementario de las tres Instituciones principales de la UE.
post del 10 de octubre de 2007 21:48

03 octubre, 2007

Limpieza en Badajoz

Autor: Antonio Tejeda Encinas
QUE Badajoz está sucio a nadie le cabe duda. Que muchos ciudadanos somos unos incívicos que no tenemos apego a un mínimo sentido de higiene local tampoco es discutible.

Desde el punto de vista de las personas, los mecanismos son muchos y variados en el ataque frontal al problema: concienciación, sensibilización, educación, etc.

Pero, es desde la óptica política dónde el tema no se afronta con valentía:

Antes de que el actual gobierno municipal llegara al poder -hace unos años- la ciudad estaba tremendamente sucia y dejada, hasta tal punto era así que una de las propuestas principales del partido político de gobierno era la de una limpieza integral en cuanto comenzaran a gobernar (cosa que hicieron). A partir de ahí y hasta la actualidad, ya sabemos todos hasta qué extremo se ha vuelto a degradar la situación.

Por otro lado, una de las principales prioridades del principal partido de la oposición en las pasadas elecciones, y que se prometía para el caso de que ganaran las mismas, era el compromiso de que Badajoz volviera a ser el pulcro de antaño ¡cómo si alguna vez se hubiera dado esa favorable circunstancia!

En definitiva, la manida limpieza de Badajoz es una promesa cíclica en manos de los políticos que nunca da sus frutos o que tras un maquillaje inicial termina por volver al limbo del olvido: “los ciudadanos somos sucios por naturaleza o nuestra falta de educación no congenia con el aseo” (no sé si los rastrojos que crecen por doquier en determinadas aceras –no en todas- está en síntoma con el desdén ciudadano ante la situación que vengo comentando)

Lo que no me cabe duda es que sí pudiéramos disponer de un servicio de limpieza más profesionalizado mediante puestos de trabajo estables y no a través de bolsas de trabajo –en las que por cierto hay un absentismo laboral bastante importante- casi con toda probabilidad se conseguiría paliar en gran medida la caótica situación que acontece.

Pero claro, si decimos que el problema es que la precariedad laboral y la temporalidad del servicio de limpieza, que además está subvencionado por la Junta de Extremadura por lo que respecta a las contrataciones, la demagogia interesada del gobierno municipal recurrirá al mecanismo de la privatización como mal menor.

Por el contrario, la oposición no estará dispuesta a lo que socialmente no es admisible ya que conllevaría dejar sin trabajo a muchas personas desempleadas.

Obviamente habrá que dar una respuesta social y laboral al colectivo de la bolsa de trabajo, pero hay otros servicios en los que tienen cabida (incluso en menor medida en el propio servicio de limpieza).

En conclusión, yo preguntaría, ¿quién le pone el cascabel al gato?