Buscamos formulas para conciliar una vida laboral y familiar por un problema que se nos presenta por la cantidad de horas que pasamos en nuestros puestos de trabajo que nos han impuesto las empresas.
El problema se visualiza mas palpablemente al incorporarse la mujer al trabajo porque la pareja se da cuenta que no se ven, que no cuida ninguno de los hijos, que no hay convivencia…
El empresario español no entiende al trabajador si no lo concibe como una persona que hace muchísimas horas, como si eso supusiese obligatoriamente un mayor desempeño. A los informes en sentido contrario me remito. ¡Aunque eso ya lo sabíamos todos!
Jornadas de trabajo mucho más ajustadas, aumento de empleos en las empresas e incentivos para que pueda hacerse. Aunque, ojo, al empresario sólo le interesa tener despidos baratos para así presionar más al trabajador, no es cuestión de competitividad, sino de esclavitud y servilismo, ¡para eso nos da de comer!
Hay personas que gustan de dar opiniones a diestro y siniestro, la mayoría de las veces nadie le ha pedido tanto veredicto, pero, las “Plazas” de este país ya hace tiempo que son libres y por tanto las ideas y su critica siempre es saludable.
Y es que las relaciones laborales son algo mas complejas para el sufrido empresario, que “ha nacido para pagar impuestos” y lo asume con resignación pues para eso creó su empresa para que el país saliera adelante, pues España es Una, Grande… y además, Libre.
Pero la realidad es la de cientos de personas que año a año se encuentran haciendo otras tantas horas extras que además le compensan con otras de la misma especie y calidad y que tienen que agachar la cabeza porque saben que lo echan a la calle y eso es así porque nadie es imprescindible y porque cada vez el despido es mas barato, por tanto el mecanismo de presión en manos de ese “chantajista laboral” es enorme.
Yo no digo que haya que demonizar al empresario, al fin y al cabo es el que arriesga y pone en marcha un negocio, pero no todo vale para ganar dinero y por supuesto no lo es el que no se cumpla la normativa laboral y no se respeten los derechos de los trabajadores como tales y como personas, y entre otras cosas tenga en la economía sumergida a los mismos, ¡ah, no! ¡que la culpa no es de él! ¡que es trabajador que no quiere pagar impuestos…! ciertamente, deberíamos hacer un plan especial de la inspección de trabajo para descubrir a esos intrusos laborales, ¡estaría bueno!
Claro, el problema es que la lucha de clases ya no existe, bueno, sí, así a bote pronto en Latinoamérica y pocos sitios más… pero aquí, en España que va, si aquí somos todo clase media, es decir unos burgueses de esos de “Don sin Din…” es decir, aquellos que con hipotecas de por encina de sus posibilidades que dentro de muy poco no tendrán mas remedio que pasar a engrosar la lista de morosos, si esa que ya empieza a ser tan ampliamente difundida en los medios de comunicación, pero bueno, seguiremos siendo clase media, ya no nos va a bajar nadie del burro y además a votar a la derecha, porque o somos empresarios o acaudalados deudores…
Por cierto, espero no tener nunca la responsabilidad de recursos humanos en una empresa y menos que tenga que contratar a una mujer embarazada… Si va ser que esto es como aquél que dice que todo el mundo odia o no quiere que le toque en suerte como vecino a los gitanos, negro, chinos inmigrantes en general… pero que los progres de izquierda piensan también así pero no lo reconocen abiertamente… ¿será que tienen razón?
Deslocalizaciones, chantaje globalizado a la mujer trabajadora, contratos temporales, subcontratas abusivas, accidentes laborales por causa de empresarios sin escrúpulos… esta miseria moral nos convierte en los nuevos esclavos del siglo XXI, ¡bueno en España no, aquí somos todos clase media! menos nuestros nuevos esclavos, esos que consiguen surfear la necrópolis del Estrecho y Canarias y que ya se cuentan por millones entre nosotros.
Sí… está claro, para la próxima, propongo que se edite un texto que me sirva de guía: Reforma Laboral para dummies.
Publicado en: Extremadura al Día
22 abril 2008
