18 junio, 2008

Tod@s somos migrantes

Autor: Antonio Tejeda Encinas

La Europa Social y solidaria ha vuelto a sufrir un grave revés con la aprobación por parte del Parlamento Europeo de la Directiva de Retorno.

Efectivamente, la única salida que quedaba para dar marcha atrás o enmendar dicha Directiva era mediante un guiño del Parlamento Europeo, sin embargo, en el estreno en el proceso de la Codecisión en materia de inmigración el Parlamento no ha estado a la altura que debiera y ha sucumbido ante la presión de sus países para así poder contar con el Fondo Europeo de Retorno de casi setecientos millones de euros para financiar gastos de repatriación de inmigrantes.

Una vez más se evidencia que los veintisiete sólo se ponen de acurdo para hacer política común en materia de inmigración irregular, pero que la armonización de la legislación para una verdadera política de integración de los inmigrantes en situación regular no es prioridad en su fracasada agenda social.

La dignidad de las personas ha sido nuevamente vapuleada por la fortaleza europea, ahora más inexpugnable que nunca y que a partir de este momento sólo cuenta con puertas de emergencia y un verdadero pacto de expulsión a veintisiete bandas.

En el plazo de dos años los países de la Unión deben adaptar su legislación a la Directiva. Es de suponer que de forma acelerada se dará cobertura nacional a la misma en detrimento de otras tantas que hasta ahora esperan en el limbo del olvido. La inmigración es excesivamente importante, sobre todo en época de baches de aire en la economía europea.

La peor de las caras de la globalización, con los graves problemas económicos, sociales, culturales, políticos…, se pone de manifiesto una vez más contra los menos favorecidos, la cohesión social en Europa no se verá obviamente fortalecida con la patada en la espalda al inmigrante.

Es presumible, lo mismo que ya aconteció tímidamente con Brasil, que serán multitud de países los que adaptarán sus legislaciones a la beligerancia europea contra sus nacionales.

El peregrinus europeo lejos ya de ser considerado bajo el crisol de los derechos humanos es ahora denostado como un hostis o enemigo eterno de los veintisiete. (Antonio Tejeda)

Publicado en: Diario Hoy

Publicado en: Extremadura al Día

17 junio, 2008

¿65 horas? ¡Ni de coña!

17 de junio, 10:00: Un post contra las 65 horas

La campaña contra la propuesta de la Comisión Europea continúa su imparable marcha en la red, y ya ha comenzado a llegar tanto a otros países de la unión como a los medios de comunicación tradicionales.

Lanzamos la web contra las 65 horas, que agrupa toda la información y reacciones que se han producido hasta el momento.

La propuesta de la Comisión Europea de aumentar la jornada semanal a 65 horas representa una lamentable involución y un atentado contra los derechos de los trabajadores.

Han sido muchos años de lucha, muchas generaciones de movilizaciones las que han hecho de Europa un lugar donde el concepto “derechos sociales” significa algo concreto. Si algo debe ser Europa es un espacio social donde los derechos de los ciudadanos deben respetarse y la propuesta de la Comisión nos devuelve al siglo XIX, a las jornadas de sol a sol y a los sueldos de miseria.

La infame propuesta de la Comisión, para ser efectiva, debe ser ahora aprobada por el Parlamento Europeo, e internet debe convertirse en la vanguardia de la oposición a la misma.

16 junio, 2008

Autónomos y Empresarios de Mercancías por Carretera: ¿Huelga de Asalariados?

Autor: Antonio Tejeda Encinas
El art. 28.1 de la Constitución Española atribuye como únicos titulares del derecho fundamental y constitucional de huelga a los trabajadores y asalariados. Es decir, el Gobierno “con todas las de la ley”, podría haber usado de toda la beligerancia coercitiva de que dispone para acabar con un paro patronal ilegal. Por tanto, el cierre patronal sólo cabe mediante unas premisas legales previas.

Sin embargo, no lo ha hecho así, y el motivo no es otro que aun reconociendo que las ley no ampara el derecho de huelga de empresarios o autónomos, ha pretendido llegar a un acuerdo que salve la “malograda economía” de dicho colectivo. ( Aquí hay un único sector, pero habría que diferenciar dos colectivos).

El problema es que el gran beneficiado será la patronal del sector pero no los autónomos que también están en huelga y que en muchas ocasiones –no en todas- sólo hay un trabajador al frente del mismo. Seguramente, el manoseado Estatuto del Autónomo y aledaños jurídicos debería de sufrir mejoras legislativas para que de una vez por todas dicho colectivo cuando actúa como único trabajador tenga una asimilación al de por cuenta ajena.

El empresario que ahora ha decido mandar de piquete a sus trabajadores es el mismo que el año pasado tenía que negociar con sus ASALARIADOS porque le obligaba a hacer jornadas interminables; no tenían un plus de penosidad por trabajos en cámaras frigoríficas; pedían una mayor subida que el IPC; deseaban una propuesta "coherente" sobre la retirada del permiso de conducir y el carné por puntos, etc., etc. y que se tradujo en una masiva participación de los trabajadores del sector contra la Confederación del Transporte de Madrid (COMAT) en junio de 2007.

En el caso que nos ocupa, con la incorporación del empresario del sector a las mesa de Diálogo Social con propuestas importantes y como cauce integrador podrían haberse solucionado muchos problemas.

Cosa distinta es que ahora, después del cierre patronal, tanto empresas nacionales o multinacionales con problemas distintos pero aprovechando la situación de la opinión pública intente llevar a cabo despidos a través de los ERE que no estén legalmente justificados.

Resultará que al final no sólo se verá muy perjudicado el pobre autónomo individual sino que también el trabajador por cuanta ajena, ¿tendremos que ir a la HUELGA?
Publicado en: Extremadura al Día

01 junio, 2008

Los Abuelos

Autor: Antonio Tejeda Encinas

A mi no sólo me preocupa el hecho de que de alguna manera "usemos" a nuestros mayores para que nos ayuden a conciliar la vida familiar y laboral.

También el que los pésimos horarios laborales y peores escolares o el Estado, con su deficiente acción social, haga que necesitemos de los abuelos - sobre todo las abuelas- para tapar los múltiples agujeros del sistema (actualmente el abuelo también va protagonizando la incorporación del hombre al cuidado de los nietos).

Los efectos negativos de la mala conciliación influyen, como ya se ha evidenciado por multitud de estudios- no sólo en la calidad de vida de las personas, sino también en toda la estructura, social y económica.

Incluso el que en muchos casos el/los abuelos no tienen inconveniente en volver a ser más activos para cuidar de los nietos, aunque en otras ocasiones no tienen más remedio. ¡Unas veces es devoción, otras obligación!

Tenemos que pensar también en los supuestos en que incluso queriendo, nuestros mayores están impedidos para realizar la ardua tarea que les encomendamos.

Debemos sumar la circunstancia de que nuestros mayores tengan que malvivir con pensiones de risa. El problema se agudizará cuando la próxima generación de "hipotecados hasta el cuello" no puedan hacer frente a las mismas con pensiones por debajo de los salarios que percibían en su vida laboral ordinaria.

Ahondando más en la cuestión, el que nuestros ancianos sean un preciadísimo bien, pero al que no se le da la importancia en la sociedad que se merecen: la devaluación social y en muchas ocasiones familiar (ahora menos debido a las familias con hijos en la que los dos padres trabajan), por la mera circunstancia de estar jubilado. El que la sociedad excluya a sus mayores, o incluso ellos mismos parecen dispuestos en innumerables ocasiones a arrinconarse. Pero, para eso ya les hemos dado "entretenimiento": ¡cuidar de nuestros hijos!

A los abuelos deben quererlos sus nietos pero no a costa del cariño de los padres a los que ve poco durante todos los días de su vida laboral. De todas formas sabremos esperar, algún día hasta puede que tengamos nietos y el máximo de los cariños por parte de ellos.

Pese a todo, lo mas importante es que no haya un sistema productivo que saque del trabajo a las personas antes de que lleguen a una edad en la que después la calidad de vida se ve mermada por los muchos años de trabajo que ha tenido que soportar y que ahora le esta pasando factura. Lo que debería convertirse en un premio deseado: la jubilación, se transforma en un desgaste personal, físico, mental, familiar, económico...obviamente nadie quiere envejecer, pero para eso la única alternativa es morir joven.

Sin embargo, seguramente, el hoy padre o madre de familia, con la independencia de todo tipo que conlleva disponer de un puesto de trabajo y acostumbrado a una vida en la que "sólo le atan" las cuestiones laborales, llegada la edad de ser abuelos/as se nieguen con rotundidad a tal menester. Ya hay encuestas que avalan dicha afirmación. Por tanto, ¿quién cuidará de nuestros hijos en un futuro?

Publicado en: Extremadura al Día

Publicado en: Diario Hoy